Planificación estratégica, rumbo a tus objetivos
La planificación estratégica es sinónimo de una dirección que marque un rumbo, tanto para lograr objetivos como para activar el compromiso y el rendimiento de los equipos humanos de la organización.
¿Qué es la planificación estratégica?
La planificación estratégica es una herramienta empresarial de proceso sistemático que permite el desarrollo y la implementación de planes que permitan alcanzar los objetivos marcados por la organización.
El proceso de planificación estratégica tiene varias partes: implica recopilar información, desarrollar la estrategia y gestionar el desempeño una vez que el plan está en marcha, a la vez que se evaluarán los resultados o decisiones adoptadas. Por ello, resulta relevante en el proceso de toma de decisiones.
La planificación estratégica tiene un horizonte temporal de entre tres y cinco años, y ayudará a definir y compartir la dirección que tomará tu empresa.
Fases de la planificación estratégica
La planificación estratégica debe seguir los siguientes pasos:
1. Visión y misión de la empresa
La visión señala hacia dónde se quiere llevar la empresa en el futuro, o qué llegar a ser como organización. Con ello, la visión determina el conjunto de valores con los cuáles la empresa justifica sus acciones.
Y por su parte, la misión indica cuál es el propósito de la empresa, su razón de ser. La misión de la empresa justifica su existencia.
2. Análisis externo
El análisis externo sirve para evaluar el entorno donde se mueve la empresa. Resulta básico determinar las oportunidades y amenazas actuales, y también las tendencias que le podrían afectar de manera positiva o negativa.
3. Análisis interno
Por su parte, el análisis interno aporta información sobre el estado y la capacidad que posee la organización para conocer las debilidades y fortalezas que tiene la empresa. Este análisis ayuda a afrontar los retos y desafíos posibles.
4. Diagnóstico y la formulación de objetivos
El diagnóstico de situación permite concretar el entorno real de la empresa. Y con el diagnóstico se establecerán los objetivos, según la capacidad y la disponibilidad de recursos de la organización. Teniendo todo esto en cuenta, los objetivos resultan realistas.
5. Análisis estratégico
Con toda la información recabada en las fases anteriores, se procede a determinar su posición estratégica.
6. Análisis competitivo
En el análisis competitivo se concretan las fortalezas y debilidades que posee la empresa, así como las amenazas y oportunidades que enfrenta en su mercado objetivo que atiende; estos cuatro aspectos conforman el análisis DAFO. Habrá que conocer quienes son los principales competidores, realizando un estudio de mercado, y al representarlas en ese DAFO, veremos la situación de partida de la empresa.
7. Toma de decisiones
Este último paso conjuga los pasos anteriores, ya que se examinan los valores de la visión empresarial, se verifica su misión y se consideran los datos obtenidos de los distintos análisis realizados. Con ello, se reevalúa el diagnóstico y los objetivos propuestos, a la vez que se confrontan con el análisis estratégico y el competitivo de la empresa, con el objetivo de tomar decisiones sobre las acciones para consolidar los objetivos finales establecidos.
Beneficios de la planificación estratégica
La planificación estratégica puede ayudar a crear objetivos realistas y bien definidos en el largo plazo. Al definir y compartir una clara planificación estratégica con el equipo humano, se logra:
- Alinear a todos en torno a un propósito compartido.
- Establecer objetivos de manera proactiva.
- Definir objetivos a largo y a corto plazo.
- Evaluar la situación actual, incluyendo cualquier oportunidad o amenaza.
- Incrementar la motivación y el compromiso.
Para concluir, cabe destacar que las empresas que aplican la planificación estratégica son más rentables y exitosas, ya que su aplicación detecta mejor sus debilidades, fortalezas, oportunidades y amenazas, situación que clarifica y facilita el alcance los objetivos organizacionales.
Fuente:
Empresaactual